viernes, 16 de enero de 2009

Vinos de la Ribeira Sacra

La Ribeira Sacra es una de las zonas vinícolas más espectaculares de España. Las vides están plantadas en los profundos valles y en los desfiladeros de los ríos Miño y Sil, lo que convierte la vendimia en un trabajo casi heroico. El cultivo de la vid en la zona remonta a los romanos.
Hoy día, la inversión en equipos de acero inoxidable y el esfuerzo de algunos bodegueros está dando lugar a excelentes vinos blancos, así como a aromáticos tintos que ya dieron fama a esta zona hace muchos años. Sin embargo, incluso después de la consolidación de las cooperativas, la elaboración del vino continua realizándose de forma extraordinariamente artesanal, lo que viene a ser un fiel reflejo de los minifundios existentes, de sus bodegas familiares y de los tradicionales métodos ecológicos de cultivo que todavía siguen empleándose.
Debido a que las producciones son bajas, los caldos son vendidos rápidamente y no son fáciles de encontrar en el mercado de exportación.



La D.O. Ribeira Sacra toma su nombre de los monasterios y ermitas que se construyeron en la zona en la temprana Edad Media, entre los siglos VIII y XII, y que se situaban en los inaccesibles valles a lo largo del curso de los ríos.
Los romanos ya habían elaborado el vino en esta región. Los especiados vinos de Amandi, una de las subzonas de la denominación, son legendarios y se dice que en los tiempos de la Roma Clásica eran embarcados juntos con las lampreas pescadas en el río Miño para ser servidos en las mesas de los emperadores. Pero se piensa que los monjes volvieron a replantar las vides para consumo propio y, gracias a ellos, se desarrollaron hasta una docena de pequeñas áreas vinícolas en la región.
A partir de 1990, se comenzó a promocionar la zona hasta alcanzar la categoría de D.O., conseguida finalmente en 1997.

Las uvas autóctonas son las predominantes en la denominación. Las más importantes son Godello, Albariño y Treixadura para la elaboración de vinos blancos y Mencía, Brancellao y Merenzao para los tintos.
Los viñedos se ubican en terrazas situadas en los valles y barrancos de los ríos y se caracterizan por producir bajas cosechas de uvas dotadas de sabores muy concentrados. Las terrazas, conocidas como bancales, son muy pequeñas y casi imposibles de mecanizar. Para vendimiar se suele acceder a través de senderos y, a veces, incluso por el propio río. Pese a todo, en los lugares donde la tierra se nivela a ambos lados del valle es mucho más fácil de trabajar.
La vendimia comienza generalmente a mediados de septiembre.

La elaboración del vino continúa realizándose de forma tradicional debido a la plantación a pequeña escala y a la carencia del capital necesario para la modernización de las bodegas.
Sin embargo, los caldos de calidad superior destinados a la exportación están comenzando a surgir merced a los equipos de acero inoxidable que han sido instalados en pequeñas cooperativas y en algunas bodegas privadas, que están realizando un gran esfuerzo inversor.

En la D.O. Ribeira Sacra hay tres vinos principales, todos ellos varietales: tinto de Mencía y blancos Albariño y Godello. Todos están funcionando muy bien en el mercado.
Debido a que los vinos se producen en pequeñas cantidades y a que su demanda en Galicia y en algunos lugares de España es considerable, son muy difíciles de encontrar en el mercado de exportación.

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